El Gobierno mexicano ha concretado la extradición de 29 individuos sospechosos de narcotráfico hacia Estados Unidos, una acción que se produce bajo la creciente presión del expresidente Donald Trump. Entre los extraditados se encuentra Rafael Caro Quintero, quien ha sido buscado durante 40 años por su implicación en el asesinato de un agente de la DEA. Este movimiento del gobierno mexicano también sucede en un contexto de tensiones comerciales, ya que Trump ha amenazado con imponer aranceles como consecuencia de la situación con el narcotráfico.