La intensa demanda global por tequila ha generado una oleada de cultivo de agave en México, lo que, si bien ha visto un descenso en el costo del insumo, no ha beneficiado a muchos productores que enfrentan serias dificultades económicas. La industria también se encuentra bajo la presión de posibles aranceles por parte de Estados Unidos, lo que suma incertidumbre al panorama del sector.