El colectivo encargado de buscar a personas desaparecidas en México dio a conocer el hallazgo de tres crematorios ilegales en un terreno localizado en las afueras de Jalisco. Lo que ha sido denominado “Rancho Izaguirre” se ha convertido en el centro de atención tras la aparición de numerosas pertenencias y restos óseos, lo que indica que este lugar funcionaba como un punto de reclutamiento y exterminio ligado al narcotráfico. Esta revelación genera una ola de conmoción y preocupación por el alcance de la violencia vinculada al crimen organizado en el país.