La epidemia de consumo de bebidas azucaradas en México ha llevado a un alarmante aumento en los Ãndices de obesidad y diabetes, afectando particularmente a los más jóvenes. La tendencia hacia el consumo de refrescos ha sido impulsada en parte por acuerdos comerciales, como el TLCAN, que han favorecido la llegada de productos altamente procesados. Desde 1980, la obesidad en el paÃs ha crecido del 7% al 75%, lo que ha ocasionado que la diabetes cobre la vida de hasta 80,000 mexicanos al año. La fácil accesibilidad de estas bebidas, especialmente en áreas rurales, ha llevado a que muchos niños recurran a ellas desde pequeños, incapacitándolos para reconocer el daño que causan. Asimismo, la implementación de polÃticas de salud en el paÃs ha sido ineficiente, con iniciativas que frecuentemente no son aplicadas. La creciente adicción a estas bebidas está directamente relacionada con la desnutrición y enfermedades prevenibles, lo que ha desbordado al sistema de salud pública. Para enfrentar esta crisis, se requerirÃan cambios significativos tanto en la regulación como en la educación.