Marine Le Pen, líder del partido ultraderechista francés, ha reaccionado a su condena por malversación de fondos públicos, que le prohíbe presentarse a elecciones durante los próximos cinco años, calificando la decisión judicial como una “bomba atómica” del sistema diseñado para aplastarla. A pesar de este revés, la política continúa desafiando a las instituciones judiciales de Francia y avanza con una postura firme ante sus detractores.