En un movimiento que ha generado múltiples reacciones, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un arancel del 10% que se aplicará de manera generalizada a la mayoría de los países de América Latina, con excepciones más severas para Nicaragua y Venezuela. Esta estrategia se plantea en el contexto de la búsqueda de una reciprocidad en las relaciones comerciales, y parece estar destinada a alterar el equilibrio económico en la región, incluso teniendo en cuenta que muchas de estas naciones ya mantienen un superávit comercial a favor de EE. UU.