La Autorización Electrónica de Viaje, conocida como ETA, ha comenzado a ser requisito para los ciudadanos de la Unión Europea que deseen ingresar al Reino Unido. Este nuevo procedimiento, con un coste de 10 libras esterlinas (aproximadamente 12 euros), les permitirá a los viajeros permanecer en suelo británico durante un periodo máximo de seis meses, y tendrá una validez de dos años. Esta medida forma parte de los nuevos protocolos establecidos tras el Brexit, que buscan regular el ingreso al país.