Las condiciones de vida en Haití continúan deteriorándose, marcadas por la escasez y el aumento de la violencia provocada por las pandillas. La ONU alerta sobre un agravamiento de la situación humanitaria, donde las bandas armadas están expandiendo su control, aterrorizando y atacando a los ciudadanos. En un contexto de creciente indignación, los linchamientos de supuestos miembros de estas pandillas han aumentado, reflejando el profundo descontento social.