Perú, que alberga más de 2,000 glaciares, enfrenta una situación crítica debido al acelerado deshielo que lo afecta, una tendencia asociada a la crisis climática. En los últimos 50 años, estos glaciares han sufrido una reducción de más de la mitad de su superficie, lo que ha llevado a consecuencias devastadoras para las comunidades de los Andes. Los habitantes sufren problemas de salud ya que el agua que consumen está contaminada con metales pesados, resultado de este proceso.