Luego de seis décadas de prohibición del boxeo profesional en Cuba, el país que ha cosechado múltiples medallas olímpicas en esta disciplina busca adaptarse a una nueva realidad económica que promueve la profesionalización. Esto se ha hecho necesario para evitar que sus más destacados talentos se marchen y asegurar un futuro más brillante para el boxeo cubano, que ha sido históricamente uno de sus orgullos nacionales.