Francisco, después de haber pasado casi toda su vida en América Latina, buscó mantener la conexión de su papado con la región. A lo largo de su pontificado, se dirigió sin cesar a los problemas sociales que enfrenta Latinoamérica y realizó visitas a diez países latinoamericanos: Brasil, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Cuba, México, Colombia, Chile, Perú y Panamá. Llamado “padre Bergoglio” en su Argentina natal, su papel ha sido fundamental para fortalecer la relación entre el Vaticano y este continente.