Ambos países, Rusia y Ucrania, han mostrado interés por detener sus operaciones militares contra infraestructuras civiles. Sin embargo, falta claridad en la definición de esta categoría, lo que impide que se interrumpan los ataques. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, sugirió que Rusia está dispuesta a dialogar sobre un alto al fuego, aunque destacó que Ucrania debería eliminar ciertos obstáculos legales para que las negociaciones tengan lugar.