El legado del papa Francisco en el ámbito deportivo es incuestionable, siendo un apasionado defensor del deporte en sus múltiples manifestaciones, especialmente del fútbol. En su fallecimiento, figuras del deporte, clubs y ligas han recordado su cercanía a los atletas y su comparativa de estos con santos, resaltando su compromiso y sacrificio. La comunidad futbolística, en particular, lamenta la pérdida de un ferviente defensor de los valores del deporte.