Un fallo federal ha impedido que la administración Trump retenga fondos a las llamadas “ciudades santuario”, que ofrecen ciertos niveles de protección a inmigrantes. Este veredicto representa un golpe considerable para las políticas migratorias del gobierno, estableciendo que no pueden condicionar la entrega de fondos federales a requisitos que no están respaldados por el Congreso. Este fallo reafirma la autonomía de las entidades locales y podría tener repercusiones importantes en futuras políticas migratorias y la relación federal con estas ciudades.