El sur de Siria vive una escalada de violencia intercomunitaria que ha resultado en numerosas víctimas, principalmente entre la comunidad drusa. Al mismo tiempo, se han reportado disturbios en Damasco, donde la ciudadanía interpreta los recientes ataques aéreos israelíes como un ataque a la soberanía nacional, manifestando su repudio a la injerencia extranjera. En medio de este caos y desasosiego, las fuerzas de seguridad sirias, apoyadas por sus aliados rusos, intentan recuperar el control sobre zonas conflictivas para garantizar la seguridad de las minorías.