El programa Jóvenes Construyendo el Futuro, creado para ofrecer oportunidades laborales a jóvenes que no estudian ni trabajan, ha permitido que millones se capaciten y adquieran experiencia en diversas áreas. A pesar de ello, críticos argumentan que no está cumpliendo con su misión de llegar a los segmentos más vulnerables de la población. Beneficiarios del programa comparten su satisfacción con las oportunidades brindadas, sin embargo, la concentración de recursos en ciertas regiones plantea dudas sobre la equidad en la distribución de apoyos. En números recientes, el programa ha facilitado becas significativas, pero su efectividad en áreas de alta marginación sigue siendo un punto de debate.