Un operativo en el Estado de México ha revelado una preocupante red de corrupción entre autoridades locales y cárteles criminales. Se ha demostrado que funcionarios, incluyendo alcaldes y policías, han estado coludidos con grupos delictivos como la Familia Michoacana y el Cártel Jalisco para extorsionar a la población, así como para llevar a cabo secuestros y asesinatos. En la actualidad, 59 autoridades han sido detenidas, aunque muchos de ellos aún no enfrentan consecuencias judiciales. A pesar del avance en las detenciones, los criminales líderes permanecen en libertad, lo que genera serias preocupaciones sobre el estado de la justicia y la seguridad en el país.