Los migrantes mexicanos representan una pieza clave en la economía de Estados Unidos, aportando anualmente 324 millones de dólares. Un estudio reciente indicó que de los 11 millones de migrantes indocumentados en EE.UU., el 36% proviene de México. Estos trabajadores son esenciales en el sector agrícola, donde aproximadamente el 68% son extranjeros. Además, la economía estadounidense se sostiene en gran medida gracias a las remesas enviadas por estos migrantes, que superan al monto de la inversión extranjera directa recibida por el país.