Tras el alto al fuego que detuvo las hostilidades entre Israel y Hezbolá, los artistas de Líbano han reabierto los teatros en Beirut, presentando obras que reflejan las cicatrices del conflicto en su sociedad. Estas producciones no solo son un vehículo de expresión artística, sino también un homenaje a las víctimas que han dejado las confrontaciones pasadas. Sin embargo, a pesar de la reactivación cultural, el panorama económico sigue siendo sombrío, lo que plantea desafíos para el futuro del teatro y las artes en el país.