En Perú, la crisis de violencia se ha vuelto alarmante, con más de 800 asesinatos registrados en 2025. La presidenta Dina Boluarte ha señalado zonas críticas y ha declarado estados de emergencia, movilizando a las fuerzas armadas para combatir la delincuencia y las extorsiones. A pesar de estas medidas, la población sigue sin notar mejoras significativas en su seguridad.