La reciente elección de Karol Nawrocki como presidente de Polonia refleja una tendencia alarmante en Europa: el creciente apoyo a partidos de extrema derecha que promueven discursos ultranacionalistas. En varias naciones, estos movimientos ya forman parte de gobiernos o coaliciones, consolidándose como fuerzas políticas significativas, como se observa en Alemania y Rumanía después de elecciones recientes. Esta narrativa se encuentra también en el discurso de Donald Trump en los Estados Unidos.