La Guardia Costera de Italia ha intensificado sus operaciones para hacer frente a la pesca ilegal de pulpos en aguas del centro del país. Los pescadores utilizan nasas cilíndricas que los pulpos erróneamente identifican como refugios seguros. Recientemente, se han confiscado miles de estas nasas, y los que infringen la ley se enfrentan a multas que pueden ascender a 2.000 euros. Los ambientalistas advierten que la pesca indiscriminada, particularmente de hembras con huevos, pone en riesgo la sostenibilidad de la población de pulpos.