Bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán mantiene una planta nuclear que satisface sus necesidades energéticas. Además, el país tiene numerosas instalaciones dedicadas a la investigación y el enriquecimiento de uranio. Antes de los recientes ataques israelíes, Irán había incrementado drásticamente sus reservas de uranio, llevándolo al borde de desarrollar armamento nuclear. Este artículo indaga cómo se ha llegado a tal situación.