La Organización de Estados Americanos (OEA) ha decidido respaldar una misión internacional que tiene como objetivo mejorar la seguridad en Haití, un país profundamente afectado por la violencia y la pobreza. Sin embargo, este apoyo se ve contrarrestado por la reciente decisión de EE. UU. de revocar el TPS para medio millón de haitianos, argumentando que las condiciones en su país de origen han mejorado. Esta medida ha generado un intenso debate sobre las políticas migratorias y de asilo en el contexto de la emergente crisis humanitaria.