Los intensos aguaceros en Texas llevaron a la muerte de al menos seis personas, debido a que la lluvia acumuló hasta 25 centímetros en un corto período. Este desbordamiento afectó gravemente a los ríos Guadalupe y Llano, provocando inundaciones repentinas en varios condados, destacando Kerr y Gillespie. El juez Rob Kelly confirmó la trágica cifra de muertes a diversos medios locales.