El presidente colombiano, Gustavo Petro, se enfrenta a una aguda crisis política tras la renuncia de su canciller y la escalada de tensiones con Estados Unidos. Esto se produce en medio de denuncias de un supuesto plan golpista del que se acusa a miembros del Partido Republicano americano, lo que llevó al gobierno colombiano a llamar a su embajador en Washington para consultas, justo el mismo día que la canciller, Laura Sarabia, dejó su cargo.