En el contexto de la crisis ocasionada por la defensa de Ucrania, el Reino Unido se ha posicionado como un importante mediador e ideólogo, trabajando de la mano con Francia en un plan con el objetivo de lograr una paz duradera en Ucrania tras tres años de conflicto. En este sentido, se ha priorizado el fortalecimiento de las fuerzas militares británicas mientras Europa sigue una trayectoria similar.