La reciente decisión de Estados Unidos de ser el anfitrión del Mundial de fútbol junto con México y Canadá pone de relieve las políticas de comercio y seguridad implementadas durante la presidencia de Donald Trump. A medida que se acerca este evento internacional, la atención se centra no solo en las implicaciones deportivas, sino también en cómo la proteccionista y el clima político actual podrían afectar a los atletas y aficionados que intentan cruzar fronteras. Las decisiones tomadas en la última administracion resuenan aún en la esfera deportiva.