El papa Francisco fue sepultado en la basÃlica de Santa MarÃa la Mayor en Roma, un lugar significativo que refleja su devoción hacia la Virgen MarÃa. Su tumba, diseñada de manera sencilla, es un gesto acorde con su vida de humildad y compromiso con los menos favorecidos. Durante el rito de sepultura, asistieron muchas personas que expresaron su respeto y admiración por el pontÃfice. La decisión de enterrarse en este lugar, más allá del Vaticano, subraya su deseo de estar cerca de la Virgen, y su tumba será accesible a los fieles a partir de este domingo, permitiendo que todos puedan rendir homenaje.