La situación para la libertad de prensa en Venezuela sigue siendo alarmante, como lo demuestra el caso de la fotoperiodista Daisy Peña, quien fue privada de su libertad durante más de cuatro meses tras compartir fotos de una manifestación en su estado de WhatsApp. Acusaciones serias de terrorismo y otros delitos han sido formuladas en su contra, lo que pone de relieve las crecientes amenazas que enfrentan los profesionales de la comunicación en el país. Numerosos medios han cerrado como consecuencia de las presiones gubernamentales en los últimos años.