El enviado especial de Estados Unidos para Siria visitó por primera vez Damasco desde la caída del gobierno de Bashar al-Assad el año pasado. Esta visita marca un momento significativo en la historia reciente de las relaciones entre Washington y Damasco, donde se firmó un acuerdo energético crucial. Este avance tuvo lugar tras la revocación de sanciones por parte del presidente Trump, lo que abre la puerta a una normalización de las relaciones entre ambos países.