Brasil enfrenta un escándalo de gran magnitud relacionado con un fraude a millones de jubilados y pensionados, lo cual ha afectado significativamente la popularidad de Luiz Inácio Lula da Silva, quien actualmente goza de los índices de aprobación más bajos de su carrera en la presidencia. Ante esta situación, el Gobierno está implementando de manera urgente un plan para devolver a las víctimas el dinero perdido y evitar una ola de demandas que podría colapsar las finanzas estatales.