Los disturbios en Los Ángeles, provocados por las redadas realizadas por el ICE, continúan tras tres días de protestas. Los manifestantes, elevando la tensión, vandalizaron y quemaron vehículos de la compañía Waymo. El gobernador Gavin Newsom instó a la calma y evitó provocaciones, mientras que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, advirtió sobre la intervención del gobierno federal, que podría llevar a un “caos” incontrolable. Donald Trump, por su parte, amenazó con enviar marines para “pacificar” la ciudad si las protestas no cesan.