En diversas ciudades de Estados Unidos, decenas de miles de ciudadanos se volcaron a las calles para expresar su desacuerdo con las políticas del presidente Donald Trump. La protesta, que terminó en enfrentamientos y varios arrestos, tuvo lugar simultáneamente con un desfile militar en Washington por el 250 aniversario del ejército estadounidense, lo que generó críticas hacia Trump por utilizar una celebración personal como sombra de su ego. Las manifestaciones más masivas se registraron en lugares como Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia y Washington, donde se dieron consignas contra el autoritarismo y en defensa de la democracia, en un evento apodado “No Kings Day”. Sin embargo, también se vio empañada por la noticia del asesinato de la ex presidenta del Congreso de Minnesota, Melissa Hortman, lo que llevó a cancelar algunas movilizaciones en el estado. En Los Ángeles, tras declarar la protesta como ilegal, la policía dispersó a los manifestantes utilizando gases lacrimógenos.