Aparecen reportes de que México se sitúa como el cuarto país más violento del mundo, según organizaciones internacionales. Este alarmante dato proviene del Índice de Conflicto Global, que clasifica a México detrás de Palestina, Myanmar y Siria en términos de violencia sin estar en guerra abierta. Los delitos de mayor impacto, como el secuestro y la extorsión, siguen al alza, a pesar de que el número de homicidios ha visto leves reducciones. Se estima que la tasa de homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes es de 20.7, y aunque los niveles están en descenso respecto a años pasados, los informes de la organización Insight Crime advierten sobre la falta de fiabilidad de estos datos oficiales. Expertos como Bernardo León Olea y Miguel Garza señalan que la percepción de inseguridad en la población también ha crecido, contribuyendo al clima de violencia.