El Pentágono ha decidido incrementar su presencia en la frontera sur de EE.UU., estableciendo nuevas Áreas de Defensa Nacional donde el personal militar podrá arrestar a migrantes que cruzan la frontera de manera irregular. Esta medida busca intensificar el control sobre la frontera ante el creciente problema de la migración ilegal y el tráfico de drogas. La implementación de estas zonas trae consigo riesgos legales para los migrantes, quienes podrían enfrentar cargos tanto por entrar ilegalmente como por allanar propiedad militar. Estas decisiones surgen en un contexto de alta tensión migratoria y presiones políticas en EE.UU. para manejar de manera más estricta la frontera.