En un creciente problema de salud pública, los países de Norteamérica enfrentan un alarmante brote de sarampión. Estados Unidos, Canadá y México han reportado incidentes significativos, con al menos nueve muertes asociadas en el país azteca. La situación ha llevado a Honduras a declararse en estado de alerta ante la amenaza de un contagio. En Bolivia, el Gobierno también ha implementado una alerta nacional, confirmando 74 casos y más de 600 sospechosos. Este preocupante panorama está vinculado a la resistencia por parte de algunos sectores a las vacunas.